Llega Mayo con sus lluvias y sus días grises.
Los café sentada en la ventana junto a él, se desvanecen junto al calor de los meses pasados.
Las sonrisas y las miradas se escurren como el agua sobre el césped.
Y me encuentro aquí recordando su presencia y el olor de su piel en la mía.
El sonido particular de su corazón y el sube y baja de su pecho al respirar.
Llega Mayo con sus lluvias y sus días grises.
Y extraño su voz y sus mensajes, su despreocupación y sus palabras.
Con la lluvia llega la melancolía, y la realidad cristalina de un espejismo de un Abril falso y un Mayo que nunca llegaría.