Al empezar a escribir sobre usted las frases quedan sueltas, no hay oraciones que pueda sujetar a otras.
Claro que es algo difícil, porque mis ideas no se pierden tan fácilmente, pero ¿sera acaso que cuando escribo pienso en su mirada?
Creo que es la razón mas clara, esa mirada que no dice nada es mi punto de partida.
A lo mejor y eso provoca que mi mente divague en complicados mundos.
Es usted el que me confunde, es por su culpa que siga haciéndome preguntas que no tendrán respuestas.
Recordar sus cálidos labios , provocan una ligera sonrisa en mis ojos.
Y de nuevo la incertidumbre.
Como la odio.
¿Porque le cuesta tanto dar respuestas?
No pido explicaciones, solo respuestas.
¿Porque ahora y no antes?
No creo que sea tan difícil de responder.
Pero usted tiene que estar tranquilo que mis recuerdos llegan largo, pero mis palabras se quedan cortas.
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